“De
los
conejos
aprendimos
a
excavar.
De
los
topos
aprendimos
a
cavar
túneles.
De
los
castores
aprendimos
a
levantar
diques
en
los
ríos.
De
las
arañas
aprendimos
a
tejer.
De
los
pájaros
a
hacer
casas
y
a
cantar.
Del
tronco
que
rodaba
cuesta
abajo,
aprendimos
la
rueda.
Del
tronco
que
flotaba
a
la
deriva,
aprendimos
la
nave.
Pero
nadie
nos
enseñó
a
matar
por
placer
o
por
negocio,
ni
a
envenenar
el
aire
que
respiramos,
ni
a
humillar
a
la
tierra
que
nos
hizo”.
Eduardo
Galeano.
